«Fratelli tutti» escribía San Francisco de Asís para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. Esta es la primera línea de la reciente Carta encíclica del Papa Francisco; la cual nombra y se inspira en esta famosa frase del santo nacido en la emblemática ciudad de Asis. 

Asís, ciudad de cristiandad, de fe, del cuidado de la creación; lugar en el mundo elegido por San Francisco para reconstruir la iglesia. Sitio escogido por miles de almas de todo el mundo que cada 4 de octubre se acercan a conocer los lugares donde nació, vivió y murió el santo patrono de Italia. 

San Francisco, aunque hijo de familia acaudalada, predicó un estilo de vida austero, basado en la pobreza y el amor a todas las criaturas. Muchos comenzaron a escucharlo y a seguir sus predicamentos, aunque también en otros generó resentimientos y conflictos. Luego de estar preso un tiempo y ser liberado, se llamó a la oración en el convento de San Damián donde San Francisco vio la figura de Cristo crucificado revivir y decirle: «Francisco, ¿no ves que mi casa se está derrumbando? Ve, entonces, y restaurala». Decidió levantar así un templo que luego se convertiría en su propia orden religiosa. 

San Francisco murió en Porziuncola en el 1126, y dos años más tarde se le proclamó santo y el día después el Papa Gregorio IX puso la primera piedra para la construcción de la iglesia y el convento en su honor. Santa Clara, una de sus más fieles seguidoras, fue también canonizada dos años más tarde de su muerte y un año después se empezó la construcción de la iglesia en su honor.

Asís, una pequeña población ubicada en la ladera del monte Subasio se caracteriza por  sus angostas calles de piedra inundadas de flores que conducen inexorablemente a la Basílica de San Francisco.

Esta iglesia, declarada patrimonio de la humanidad, se compone de dos partes fundamentales: la Basílica inferior que representa la vida de penitencia del santo, y la Basílica superior que simboliza su gloria.

La basílica menor ha sido el sitio escogido por el Santo Padre para firmar su nueva encíclica Fratelli Tutti, dedicada a la fraternidad y la amistad social. Inspirándose en el modo de vida de San Francisco, el Papa busca que todas las naciones puedan convivir a través del amor, de la tolerancia y de la paz; porque como dice el santo de Asís: feliz será quien ame al otro tanto al que está lejos de él como al que está junto a él».