Agustín juega al metegol, Cinthia le regala un alfajor a su amiga, el “zurdo” practica en la cancha de basquet… eso, jugar y compartir. Un día de fiesta. Hay color, ruido. Nadie para. El que se queda quieto pierde, entonces Julieta salta y salta. En la localidad de Villa Soldati, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, en los barrios Ramón Carrillo, La Esperanza, Los Pinos se desarrolló una jornada en la cual se buscó la alegría del encuentro, de transmitir la buena noticia. Porque en ese abrazo de gol entre Sergio y Ramiro está Jesús, porque en ese dibujo de Nati está la esperanza y porque en los jóvenes más grandes que organizan una merienda para casi 700 chicos asoma el compromiso. Ejemplo de líderes positivos sobran, ellos caminan, buscan en el barrio oportunidades. Los jóvenes exploradores, con paciencia, animaron las actividades de cada grupo cuidando y guiando a los más chiquitos del barrio, como cada domingo en cada una de las sedes del M.I.E. (Movimiento Infantil de Exploradores). Que los jóvenes del barrio cuiden a los más chiquitos es una actividad que los forma en valores como líderes al otorgarles responsabilidades que favorecen la madurez y les crea conciencia de comunidad. El constante trabajo que se viene haciendo desde la Parroquia Virgen Inmaculada se refleja en el día a día.
“La Iglesia tiene que estar tranquila porque cumple con generar espacios para toda la barriada. La idea es que después de las cinco de la tarde, cuando los pibes salen del colegio tengan un espacio positivo. Como dice el Papa Francisco un espacio de salvación comunitaria”, señaló el Padre Adrián Bennardis.
Hace 30 años, los dirigentes mundiales suscribieron un compromiso histórico con todos los niños del mundo al aprobar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, una ley internacional que se ha convertido en el acuerdo de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia y ha contribuido a transformar la vida de niños de todo el mundo. Sin embargo, todavía no se ha logrado que todos los pibes disfruten de una infancia plena, todavía muchas infancias terminan antes de tiempo.
La masiva celebración se realizó en las intersecciones de las calles Mariano Acosta y Castañares donde los jóvenes tuvieron acceso a disfrutar, correr, gritar, jugar y también ser escuchados.
“En nuestros barrios se hace hincapié al derecho al juego, a que los niños sean tratados como niños. El derecho a la escucha porque los pibes son la voz más frágil. Vivimos en una sociedad que hace oídos sordos a los sectores vulnerables”, manifestó el Padre Adrián que luce un buzo con los colores y el escudo del Club Atlético Virgen Inmaculada. La idea es incorporar el sentido de pertenencia, la identificación. Por eso, cuando Julián charla con Canal Orbe 21 le da un beso a su camiseta y expresa: “soy hincha de San Lorenzo pero también del C.A.V.I. Acá juego con mis amigos y tenemos un equipazo”. El club ayuda a sostener vínculos, une.
Son las 17.45 de una jornada única, la Murga sigue cantando, ellos están pateando penales, ellas no paran de jugar al Voley, Carmen da un grito y pregunta: “¿Alguien quiere más chocolate caliente con budín?” Todos levantan la mano, hay segunda vuelta porque esta fiesta de fe parece no tener fin.
Son ellos, son ellas… no nos dejemos robar la esperanza.
Podés ver el hermoso encuentro del Papa Francisco con chicos carenciados luego de un viaje en tren organizado exclusivamente para ellos, haciendo click en el siguiente link:
También podés ver al Padre Adrián Bennardis en Semanario Orbe 21 donde hablamos sobre los derechos de los niños en el marco de la Jornada “No más chicos descartables” en el siguiente link:
No más chicos descartables / Minuto 03:47
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