Visita para proteger los corazones japoneses
Viaje Apostólico del Papa Francisco a Japón
La visita del Papa Francisco a Japón, que se llevará a cabo del 23 al 26 de noviembre, es una cuenta pendiente del Sumo Pontífice desde hace mucho tiempo. Podría decirse que Jorge Mario Bergoglio siempre tuvo el deseo de ir a Japón. Cuando ingresó a la Compañía de Jesús, soñaba ser misionero en la isla. Sin embargo debido a sus problemas de salud no lo pudo cumplir, hasta ahora.
En 1973, como Provincial de los Jesuitas en Argentina, recibió al Superior General de la Compañía, el Padre Pedro Arrupe, quien durante mucho tiempo fue misionero en Japón. Sobreviviente de la bomba atómica de Hiroshima, y médico de profesión, el Padre Arrupe junto con sus novicios, organizó ayuda para la población, atendiendo a los heridos, curando sus laceraciones y quemaduras, tratando de aliviar su sufrimiento.
Este año el Papa Francisco cumplirá su sueño y viajará a Japón, siguiendo los pasos del Papa San Juan Pablo II, quien estuvo en el país oriental en 1981. El lema de la visita será “Proteger toda vida” dado que el tema central del viaje papal a Japón será un llamado al desarme nuclear y al cuidado de la vida humana.
Invirtiendo el orden de sus cronogramas habituales de viajes apostólicos, esta vez no comenzará por la capital del país, sino por las ciudades más golpeadas: Nagasaki e Hiroshima, donde hará un llamado al mundo para abolir las armas nucleares. En su segunda jornada se reunirá con las víctimas del “triple desastre” que sufrió en 2011, cuando un terremoto, un tsunami y el colapso en la central nuclear de Fukushima, sacudieron al país. Luego de ello, visitará en privado al emperador Naruhito en el Palacio Imperial. A continuación tendrá lugar el Encuentro con los jóvenes en la Catedral de Santa María.
Por la tarde celebrará la Santa Misa en Tokyo Dome. A la mañana siguiente se reunirá con sus colegas jesuitas de la Compañía de Jesús, donde compartirá otra Misa, esta vez a puertas cerradas en la Capilla del Kulturzentrum de la Universidad de Sophia. Luego de visitar la universidad jesuita partirá al Aeropuerto de Tokio-Haneda donde tomará su vuelo de regreso a Roma.
